Abejones en mi cola
Apenas acababan de encender el alumbrado público cuando pasaba por un pequeño parque del barrio, todo parecia normal, de un segundo a otro aparecieron miles y miles de abejones de mayo, lo raro es que estamos en abril. El lugar se llenó con un zumbido escalofriante y montones de puntos marrones flotaban en el aire, casi enseguida sentí como uno de estos bichos me caminaba por la cola peluda dándome un susto seguido de un escalofrío.
Esto me hizo recordar como esas simples cosas se convierten en acontecimientos para los niños. En mi barrio recuerdo que no hace mucho los pequeños se reunían en la calle, la mayoría con un frasquito en la mano para colectar (no se sabe para qué!) algunos abejones.
Era tanta la cantidad de insectos que no me quedó otra que irme a dormir a casa.
Esto me hizo recordar como esas simples cosas se convierten en acontecimientos para los niños. En mi barrio recuerdo que no hace mucho los pequeños se reunían en la calle, la mayoría con un frasquito en la mano para colectar (no se sabe para qué!) algunos abejones.
Era tanta la cantidad de insectos que no me quedó otra que irme a dormir a casa.