octubre 21, 2004

Una vida sencilla

Una casa grande con miles de lugares para tomar una siesta. Agua y bolitas de colores para comer. Qué más se puede pedir?

–Psst Pssst, Diegooo!!– Me grita el Sr A desesperado por acariciar mi cabeza.

De vez en cuando hay que correr a "complacer" a los demás, es parte de su entrenamiento. Esto asegura que todos los días el agua sea fresca, ustedes comprenderán que abrir la llave del tubo sin tener pulgares resulta particularmente complicado.

2 Comentarios:

Blogger Carola dijo...

Sabes...hay unos aparatitos para rascarse la espalda y la panza sin necesitar del señor A. Eso sería vida...

7:05 p. m.  
Blogger El gato dijo...

Grrrgggrrr. Vida!

Después de merodear y capturará pequeños mamíferos y pájaros, lo único que deseo es esa atención. Además, dicen los humanos que acariciar a un gato es bueno para la salud.

9:13 a. m.  

Publicar un comentario

<< Inicio