Feliz?

Hoy en Sr A. se levantó como hace tiempo no lo veía. Animoso y con una gran sorrisa, ni siquiera tuvo necesidad de ponerle azucar al café. Cuando esto sucede, el agua fresca y una que otra dádiva están garantizadas para el peludo de la casa. Mrrrrgrrr.

Realmente no me gusta verlo triste, es como si su corazón depareciera dejando un vacío en su lugar. Ayudaré en todo lo posible para que el ánimo se mantenga en crescendo, hasta estoy dispuesto a no arañar el sillón.

No estoy seguro aún, pero algo planea. Las constantes llegadas de madrugada deben estar contribuyendo a esta felicidad repentina. No lo sé. Esta noche, lo seguiré.