marzo 03, 2009

No tengo que esconderme

Desde que la señora de la casa vecina me agarro dormido en su cama, he dejado de visitarla. Me encantaba ir ahi, pero desde ese incidente han redoblado la vigilancia y además, cerraron la ventana que daba al balcón impidiéndome cualquier posibilidad de acceso.

Igual puedo dormir en la cama del Sr. A., sin embargo, era interesante imaginar cuando me descubrirían. Muchas veces para no ser detectado, me escodia debajo de la cama o detrás de la mesita de la esquina, y luego de que la señora se dormía, buscaba el camino de regreso.

En la casa del Sr. A. no tengo restricciones ni tengo por que ocultarme en ninguna circunstancia. Es aburrido.

I'm Jack's twisted mind