Se acerca la navidad

Cada año la navidad comienza antes. Este en particular, dio inicio en los primeros días de octubre, momentos en los que se empezaban a ver por el barrio pequeños puestos de artículos decorativos que aparte de horribles son prácticamente inútiles o al menos la moda se encarga de acelerar su obsolescencia. No falta el enajenado que aunque nunca ha visto ni verá la nieve, compra gran muñeco blaco para decorar el techo de la casa. Brrgggrrrrr.

Otros oportunistas, se aprovechan de las épocas venideras para instalar chinamos en donde ofrecer unas hermosas, grandes y rojas manzanas enamoradas del sabor de la caja de donde salieron. El trabajo de estos mercaderes de la navidad, es facilitado por diferentes personas que a las que su aguinaldo les quema las manos y para no soportar este dolor, deciden comprar no una delicada manzana, sino una caja.

Pero si algo me parece realmente interesante, es como miles de familias se ilusionan por comprar, decorar y ver a un cadaver descomponerse a lo largo de la fiesta navideña. Me refiero a ese desdichado personaje: el árbol. Los artificiales son casi tan repulsivos pues cumplen la representación del moribundo, costumbre sadista. Ho ho ho.

Correr, comprar, correr, comer, correr, gastar. Un, dos, tres, cuatro. Todos deben amar la navidad! Pues no! Este gato no.

Soy el gato perdido del Grinch.