Grrr brrrrr filosofía grrbbrrr

Hoy me levanté mauyando filosofía. Salí a recorrer el barrio muy temprano, no vaya a ser que algo cambiará desde la noche anterior. En realidad brrr, tengo semanas de sentirme parte de ningún lugar y he andado algo solitario saltando entre los techos de las casas vecinas.

Me da por volver a casa cuando siento el olor de comida fresca, no por nada puedo oler hasta quince veces mejor que una persona! Luego de desayunar, “amaso” con mis patas un viejo cojín para recostarme unos instantes, si el Sr. Alvarez anda cerca, pasa a acariciarme la cabeza mientras yo le ronroneo. Nosotros los gatos ronroneamos no solo cuando estamos felices, sino también cuando tenemos miedo, cuando dormimos o cuando sentimos que se aproxima nuestra muerte.